Una experiencia emocional que fortalece la unión del grupo.
Aprendiendo de una manera divertida la letra del Haka acompañado por dinámicas de percusión corporal, empezamos sintiéndonos un poco raritos al principio. Pero la diversión es tal, que terminamos con una actuación poderosa en la que todos sienten la importancia de su aportación y la sensación de equipo.
Es una actividad que además nos permite traspasar límites que muchos nos imponemos a nosotros mismos y nos invita a descubrir nuestro potencial.